Uno de los mayores exponentes femeninos en el campo de la astrofísica es, sin ningún lugar a dudas, Vera Rubin. Su puesto está muy bien justificado, dado que, junto a su compañero Kent Ford, descubrió lo que hasta el día de hoy sigue siendo lo que creo ser uno de los misterios más grandes de la física, la astronomía, y la ciencia en general. En el ‘78, Rubin y Ford descubrieron algo que contradecía las leyes de la gravedad. En teoría, las estrellas deberían moverse más lentamente a medida que se alejan del centro de su respectiva galaxia, como ocurre en nuestro sistema solar con los planetas. Sin embargo, su descubrimiento mostraba que la distancia a la que una estaba en relación con el centro de su galaxia no alteraba su velocidad. Este fue el primer paso para el descubrimiento de lo que ahora se lo conoce como “materia oscura”.
Imágenes como estas pueden mostrar más de lo que se ve
La Materia oscura es invisible e intangible, o por lo menos eso se cree. Se sabe que el universo esta conformado por mucho más de lo que se puede ver por un telescopio, y se supone que la materia conocida por la humanidad compone únicamente el 5% del universo, la materia oscura ocupa el 25%. Aunque todavía no se ha comprobado su existencia, la materia oscura podría sostenerse bajo aspectos y reglas de la física todavía desconocidos por el hombre, así que su descubrimiento marcaría un antes y un después en la historia de la física.
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Colisionadores de partículas como este son
utilizados para la investigación de la
materia oscura.
Vivimos en una época de descubrimientos científicos cruciales, como lo fue el descubrimiento del bosón de Higgs. Una relativamente gran parte de la comunidad científica tiene como objetivo encontrar y demostrar la existencia de la materia oscura, una búsqueda por el oro que nadie puede ver. Una de las tantas maneras en la que se esta intentando esto es con el uso de átomos detectores. Se busca la reacción de un átomo al entrar en contacto con una partícula de materia oscura, sin ningún resultado por ahora. Algo que me parece curioso es que los centros de investigación en los que se investiga la materia oscura se encuentran bajo tierra, protegidas por montañas rocosas, o pueden ser instalaciones submarinas. Esto se hace porque los rayos cósmicos pueden interferir con el proceso. Estoy emocionado por lo que pueda pasar en el futuro cercano, y los descubrimientos que hay por hacerse, todos y cada uno de ellos seguros de cambiar la forma en la que vemos el universo.
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